MODELO DE MEDIACIÓN EN CHILE PARA CONFLICTOS EN ESCUELAS

Las acciones para conocer, determinar y enfrentar conflictos en las escuelas necesitan de la participación de alumnos y alumnas, ya que la percepción que tienen al respecto es muy diferente a la de docentes y autoridades, según una investigación realizada en Osorno, Chile.

Chicas y chicos de quinto año del ciclo básico dijeron en su mayoría que no reciben la ayuda deseable de sus pares ni acompañamiento en sus logros académicos, aspectos que las y los docentes ven de manera muy diferente, dice una ponencia presentada al IX Congreso Mundial de Infancia y Adolescencia realizado en Córdoba, Argentina.

El trabajo, de Paula Aedo Finlez, del Centro de Formación Técnica Prodata de Osorno, explica que para indagar la situación elaboró cuestionarios con participación de estudiantes y esto resultó muy significativo, porque ellos y ellas marcaron diferencias respecto de sus hipótesis iniciales, lo que viene a demostrar –sostiene- la importancia de la participación.

Para las y los alumnos, las preguntas abarcaron la relación con profesores, relación con pares y valoración personal. En este último aspecto, más de la mitad de chicas y chicos declaró escasa o nula confianza en sí mismos.

Casi la mitad, además, respondió que “nunca” recibe de sus pares expresiones de acompañamiento y congratulación por una “buena nota”, y la otra mitad dice que eso ocurre “a veces”. También una mitad afirma que solo ocasionalmente un compañero o compañera ayuda ante la falta de algún material.

Las y los docentes del mismo ámbito de la escuela de Osorno tienen percepciones muy diferentes, según esta ponencia. Más de la mitad rechaza que entre alumnas y alumnos predomine la competencia sobre la cooperación.

Otro dato interesante, dice la autora, es que los conflictos entre alumnos tienen más notoriedad para las y los docentes, pues suelen involucrar el aspecto físico, mientras entre las alumnas es menos visible, porque mayormente comporta violencia emocional.

El trabajo agrega que tras este relevamiento fue elaborada una guía para hacer frente a conflictos mediante mecanismos de mediación, lo cual tiene como principio rector escuchar la voz de chicas y chicos, como lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño.

Las ponencias admitidas y difundidas en el Congreso Mundial fueron aprobadas por un comité académico que encabezaron la Defensora de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes de Córdoba, Amelia López, y el catedrático español Carlos Villagrasa.